Historia de España
La primera república (1783-1784)
Las nuevas cortes se abrieron el 1 de junio y se formó un nuevo gobierno formado por Pi y Margall cuyo lema es orden y progreso.
Su actuación se centró en pacificar las insurrecciones que se extendieron por la península y en elaborar un nuevo Proyecto de constitución. Se Inspiraba en la de 1869 en lo referente a garantías, Derechos y libertades. Establecía la soberanía popular con sufragio universal masculino, declaraba la libertad de culto y el laicismo del estado y prohibía la sublevación a cualquier religión. El cambio más radical fue en la estructura del estado. Define la nación española como un conjunto de 17 estados, pero la constitución no llegó a ser aprobada. La proclamación de la república había acelerado y animado el conflicto carlista que pasó a un verdadero frente abierto, con un auténtico ejército y con el dominio de diversos territorios tradicionalmente carlistas. La guerra en cuba, iniciada en 1868, continuaba extendiéndose y la república fue incapaz de frenarla.
La sublevación cantonal fue el conflicto más grave y el que provocó la mayor situación de crisis para el gobierno. La proclamación de cantones independientes, con sus gobiernos autónomos y su propia legislación, fue la consecuencia de ampliar de forma radical y directa la estructura federal desde abajo, impulsada, al mismo tiempo, por el deseo de avanzar en las reformas sociales y satisfacer las aspiraciones populares. En el verano de 1873 se proclamaba el cantón de Cartagena, que se constituía en estado independiente y proclamaba la república federal en España. A partir de aquí, el movimiento se extendió a otras poblaciones. Cada cantón se dotaba de su propia estructura de poder y emprendía las ansiadas reformas sociales. En esta revuelta social coinciden los integrantes, los internacionalismos y los sectores populares. El presidente Pi y Margall se opuso a sofocar la revuelta por las armas y dimitió, siendo sustituido por Salmerón, quien inventó una acción militar contra el movimiento cantonalista, que fue raramente sofocado. Pero Salmerón dimitió en septiembre al negarse a firmar dos penas de muerte a cantonalistas y Le sucedió Castelar, republicano unitario de carácter conservador, que cerró las cortes y gobernó por decreto, lo que le permitieron restablecer la autoridad y reorganizar el ejército frente a los Carlistas. Pero se enfrentó a los federales que, al reabrirse las Cortes, le retiraron la confianza por 120 votos contra 100. La derrota de Castelar abría la puerta a un nuevo gobierno federal. Esta posibilidad precipitó el golpe del Estado del general Pavía que con la Guardia Civil, irrumpió en las Cortes el 3 de enero. Se impuso sin encontrar resistencia. EI poder pasó a una coalición de unionistas y progresistas, encabezada por el general Serrano, quien impuso un régimen autoritario. Enfrentado a los republicanos, pretendían incorporar a los conservadores, pero la mayoría de los monárquicos había optado por el retorno de los Borbones. En el 1874 el general Martínez Campos proclamó rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Era el inicio de la Restauración.
La reforma agraria liberal supuso tres medidas>
1-La eliminación de señoríos-> Esto era acabar con la relación de dominio que los señores habían tenido, gracias a los privilegios dados por los reyes a los habitantes de un lugar en concreto a la hora de como administra justicia o cobrar impuestos. También, convertía en propiedad particular y libre las tierras que los antiguos señores podían disponer de ellas libremente y podían dividirlas y venderlas. 2-La supresión de mayorazgo-> El mayorazgo era la forma que tenía los nobiliarios de mantener una gran parte de sus propiedades: El hijo mayor de la casa recibía la herencia en bloque de bienes donde él no era el propietario, sino usufructuario y podía aumentar con compras, pero no podía vender y teniendo el deber de pasarlo a su heredero. La eliminación de esto declaró los bienes libres y por tanto podían ser vendidos por los titulares. 3-La desamortización-> Siguieron el ejemplo de la Francia revolucionaria, desamortizar era quitar los bienes a la iglesia y de los municipios por el estado para que dejaran de estar en manos muertas y estos dejaban de estar fuera del mercado a pasar a ser vendidas en subasta pública y estos ingresos iban al saneamiento de la hacienda pública. La desamortización de los bienes eclesiásticos y de los pueblos fue una medida de enorme trascendencia tomada por gobiernos liberales, sobre todo por los progresistas y fue durante el siglo XIX y principios del siglo XX. Hasta el 1924 con el inicio de la dictadura de primo de rivera se realizaron desamortizaciones que tenían un valor del 39 % de la superficie del estado.
Se pueden distinguir tres grandes etapas desamortizadoras
1-La primera etapa->Empezó con Godoy en 1788, durante el reinado de Carlos IV, y afectó a bienes de la iglesia y le siguió la adoptada de José I en 1809 sobre los bienes del clero regular y de la aristocracia que puso resistencia a la invasión francesa. Las cortes de Cádiz también pusieron un proceso desamortizador, pero solo se puso en funcionamiento en el trienio liberal. 2-Desamortización de Mendizábal->Fue la más importante y trajo la ruptura de las relaciones diplomáticas con el vaticano. Cuando Mendizábal subió a la presidencia del gobierno progresista, lo que le preocupaba era garantizar la continuidad de Isabel II en el trono mediante la victoria sobre los Carlistas y esto no se podía hacer sin dinero, para mantener los gastos que tenía el ejército, por lo tanto, para futuras peticiones de crédito a instituciones extranjeras era necesario disminuir la deuda pública, y como hacienda no tenía dinero se recurrió como fuente de financiación a los bienes eclesiásticos. El primer decreto desamortizador de Mendizábal fue en 1836 y afectó al clero regular y fue seguido por la disolución de las órdenes religiosas, menos las dedicadas a la enseñanza y a la asistencia sanitaria, su patrimonio fue incautado por el estado, solo quedaron 1000 de 3000 conventos que existían. Los bienes nacionalizados fueron vendidos en subastas públicas y adquiridos por particulares con dinero o con vales de deuda pública. En 1837 se amplió la desamortización y se incluyó los bienes del clero secular, pero se llevó a cabo en 1841 durante la regencia de Espartero y se prolongó hasta 1844 que fue parado por el gobierno moderado de Narváez y supuso la venta del 60% de los bienes que tenía la iglesia en 1836. Los objetivos de la desamortización de Mendizábal fueron: Ganar la guerra carlista, eliminar la deuda pública, poder solicitar nuevos préstamos a los particulares, atraer personas a las filas liberales, cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica para pasar de ser colectiva a ser libre e individual y por último favorecer el desarrollo de la agricultura ya que los nuevos compradores estaban dispuestos a meter mejoras.
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